Pero un día, más de un año después descubrió hurgando por los rincones, inquiriendo sus recuerdos y abriendo su corazón que ella, en su tiempo, veía el final acercarse. Ella sabía que más temprano que tarde, todo acabaría. Ella sabía que evitando el tema, no erradicaba el problema... pero a ella, sinceramente no le importaba. Ella lo quería, pero de una manera extraña, temerosa. Ella lo adoraba, pero se olvidaba de demostrarlo. Ella temía, temía que él se confundiera pero JAMÁS lo admitiría. Él era su mejor amigo, o quizás no. Ella siempre se lo escribía... ¿Pero lo sentía realmente?. Ella se sentía especial al percibir el cariño que provenía de él. Ella se sentía cómoda a su lado. Ella no confiaba completamente en él. Él le decía "mentirosa", y en sí, él tenía razón. Ella no mentía, pero ocultaba gran parte de la verdad... Ella no quería quedar expuesta, él sólo quería que ella fuera sincera.
Él le confesaba muchas cosas, ella escuchaba, atendía pero no solía prestarle la atención necesaria. Ella amaba sus abrazos, la hacían sentir segura, resguardada, cómoda, feliz, completa, pero quizás ella no atendía al sentimiento detrás de cada uno de ellos.
Ella lo amaba a su forma, él la amaba de todas las maneras posibles.
Ella no se daba cuenta ni de la mitad de las cosas que pasaban a su alrededor, ella no se daba cuenta de lo mal que le hacía cuando ella contestaba con evasiones. Ella no se jactaba de la frustración que él sentía cuando ella demostraba que a medida pasaba el tiempo, lo iba conociendo menos. Él sentía cada vez más que a pesar de sus esfuerzos, a pesar de su cariño, a pesar de su sinceridad, y principalmente, su confianza... Ella jamás lo necesitaría tanto, como él la necesitaba ahora. Él trató de afrontar el tema, ella simplemente lo olvidaba...
Él hizo lo que le parecía más sensato consigo mismo y se alejó, sin más avisos que los que ella no quiso escuchar, mantuvo distancia, congeló sus sentimientos y los dejó guardados... donde sólo él pudiera tener la certeza de que existían. Él la extrañó, pero sólo lo admitiría por error.
Ella no entendía nada, para variar. Ella creía que era un enojo pasajero, que él volvería. Ella pensó pero no encontró explicación. Ella lloró. Ella exigió. Ella discutió. Ella se confundió. Ella llegó a amarlo de formas insospechables. Ella nunca quiso decir BASTA y dejar de pensar en él, porque ella no podía. Ella se obsesiono con encontrar una salida y que todo vuelva a ser como antes. Ella adecuó los recuerdos a su antojo. Ella lo encontró en todo lo que le rodeaba. Ella traumó a todo aquél que lo rodeara con su historia y se cansó de escuchar lo que se ve desde afuera, porque ella.. ella muy en el fondo sabía que eso no era verdad. Ella muy en el fondo sabía la verdad, pero no quería recordarla... Ella lo necesitó. Y ahí es cuando él se equivocó; Porque ella, ella llegó a necesitarlo tanto o MÁS de lo que él lo hizo...
Ella lo lastimó y el sanó. Ella lo lamenta con todo su corazón... pero para él, eso ya no significa nada. Ella hoy le da la razón y lo entiende a él. Ella aún lo ama y juró que a pesar de todo lo que pase, todo lo que él haga, todo lo que él diga... ella va a amarlo cada día más, más, más. SIEMPRE, porque ella si hay algo en lo que no mintió, fue en su incondicionalidad.
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