Ya no tengo aquella risa terapeuta
Y este espanto tenebroso no da tregua.
Me ha quedado una existencia belicosa
De una paz que hizo a mi vida encantadora.
Ilusa ilusión de un corazón que por desgracia, sólo me da a elegir por vos... o su eutanasia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario