8.11.11


Llegó  con  su  espada  de  madera  y  zapatos  de  payaso  a  comerse  la  ciudad(Gracias por haber venido a abrigarme el corazón)


Y apareces para sacarme una sonrisa, con improvisaciones y frases locas, con eso que llega bien hondo en el corazón cuando es dicho sinceramente. Me siento y te escucho hablar, trato de recordar todo lo que díces para analizarlo después, con claridad, para encontrar lo que hay detrás de esas palabras. Fracaso en el intento, tu voz me vuelve un poco más idiota de lo común. Me frustro, quiero tener lindos recuerdos de vos para cuando no estés más (porque irrevocablemente, algún día no vas a estar), trato de pensar en la lejanía, en lo que fue hace tanto y tan poco a la vez y me río, me río de nuestra ternura e ignorancia. No nos conocíamos, sólo jugábamos a pasarla bien. Dejar ser pasó a ser moneda corriente hasta que algún día alguien encontró sus pantalones y sorprendió.

No hay comentarios: